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¿Para qué sirven las figuras de animales?

Velociraptor

Aunque tradicionalmente han sido empleadas como juguetes, las figuras de animales y otros seres vivos son valoradas en los mundos del coleccionismo, la maqueta, el diorama y la pequeña exposición museística. También se han abierto camino en el mundo del arte; son excelentes modelos para el dibujo y sus fotografías aparecen una y otra vez en composiciones y diseños publicitarios.

Las figuras de Safari, Papo, Schleich, CollectA, Mojö, Bullyland, Eofauna y otras, modeladas por excelentes artistas, pintadas a mano, revisadas por expertos científicos, y sometidas a la crítica constructiva de los exigentes coleccionistas y a la dura competencia de los fabricantes rivales, alcanzan hoy una calidad, realismo y rigor sorprendentes.

Su uso actual en la enseñanza ha llegado a ser, por tanto, casi inevitable. Las figuras constituyen modelos tridimensionales muy fiables de organismos vivos, que pueden manipularse y examinarse libremente para entender conceptos morfológicos, adaptaciones evolutivas, y hasta aspectos del comportamiento.

Las figuras pueden ser ordenadas espacialmente para estudiar cadenas tróficas, ciclos vitales, hábitats, tamaños y escalas, clasificación taxonómica, etc.

Especialmente en el caso de las especies extintas, las figuras pueden entenderse como reconstrucciones que reflejan los conocimientos y las tendencias del momento en el que fueron diseñadas. Pueden presentar errores a menudo corregidos en versiones posteriores. Cada figura contiene hipótesis en discusión. Resultan, por tanto, muy interesantes para discutir con los estudiantes aspectos del método científico.

En La Extinción se intenta examinar críticamente la oferta de los fabricantes y seleccionar las mejores figuras que surgen cada año, priorizando la diversidad en especies y el rigor científico de los modelos.

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